Obtención
El cultivo
Respetando el suelo, la flora y la fauna autóctonos, empleando al mínimo posible abonos y productos fitosanitarios.
Recolección
Se hace en el momento óptimo de su maduración según variedad y tipo de aceite deseado. A priori la calidad esta ligada a un momento de recolección temprano y a un rendimiento de extracción bajo. Los aceites de principio de campaña son más verdes y afrutados, los de final de campaña son más dorados y menos picantes. El método de recolección es fundamental en el proceso del aceite de oliva. Para nuestros aceites solo utilizamos aceituna recogida al vuelo. Las aceitunas son llevadas a la almazara, en el tiempo más breve posible.
Molturación
- Se limpian las aceitunas -si procede-, es decir se lavan y se les quitan las hojas.
- Ya limpios los frutos, se muelen en un molino, que las tritura de forma suave, sin elevar su temperatura.
- Se bate la pasta desde media hora hasta tres horas -según variedad- para favorecer la unión entre las gotitas de aceite. Este proceso se hace a una temperatura que no sobrepasa los 27º C, para no evaporar los aromas. Luego se centrifuga esa pasta, y en dos fases se separan: el hueso, la pulpa, el agua y el aceite. Se obtiene un aceite de color verde intenso, con un aroma que mezcla matices florales y frutales
Todo este proceso dura pocas horas contando desde que la aceituna dejó el olivo al ser recolectada. Este método ofrece un bajo rendimiento: 8 kilos de aceituna para darnos un litro de aceite. De esta forma, la calidad y la frescura resultan excelentes.
Almacenamiento
En almazara, el aceite se guarda en depósitos inertos de acero inoxidable y solo se envasa bajo pedido.
Sin ningún aditivo, se embotella en envase oscuro para proteger al propio aceite de los rayos de luz y de la oxidación.
Un vez adquirido recomendamos se mantenga en un lugar fresco, a una temperatura moderada y constante, y apartado de cualquier fuente de luz para evitar su oxidación.